¿Quién está detrás de este blog?

Me presento, me llamo Alma. En este momento tengo 31 años y me encuentro de nuevo en Valladolid, la ciudad en la que nací y crecí. He vuelto para estudiar el Máster de Profesorado y este es el motivo por el que redacto este blog como parte de la asignatura de "procesos y contextos educativos".

Después de daros las gracias por leerme y la bienvenida a este espacio, me gustaría presentarme y contaros algunas cosas sobre mi y sobre cómo he llegado aquí. Agarraos, que vienen curvas. Me defino como una persona crítica, sensible e inquieta, aunque también llena de inseguridades. Mis grandes aficiones son la lectura, meterme en fregaos y mover el cuerpo. Creo que lo que alguien hace/investiga/crea no puede desligarse del lugar que ocupa en el mundo, así que veo necesario abrirme y básicamente, contaros mi vida. Empezaré hablando de mi particular paso por el sistema educativo, de mis andanzas, os contaré a qué me dedico ahora mismo y cuáles son mis expectativas como aspirante a docente. 



Mi primera etapa escolar la marcó el diagnóstico de superdotación con apenas 3 años. Con la LOGSE recién estrenada se recomendó para mi caso la subida de dos cursos, pero el equipo psicopedagógico del centro donde estaba escolarizada (el famoso CEIP García Quintana, sobre el que ya hemos hablado en clase) junto con mi familia decidieron que sería más adecuado para mi desarrollo psicosocial mantenerme en mi curso con una adaptación curricular y un programa de estimulación, además de permitirme explorar las inquietudes que me fueran surgiendo. Así que durante mi paso por la Educación infantil y Primaria tuve actividades de refuerzo en el colegio, y además hasta los 18 años estuve asistiendo los sábados a un centro psicopedagógico especializado, lo que compaginé con los estudios de música (violín) hasta que empecé la universidad.

Casi a la vez que llegó mi diagnóstico (que ayudó a aclarar muchas dudas y preocupaciones que mi familia tenía sobre mi comportamiento y desarrollo), me enfrenté a un cambio grande en mi entorno familiar: el divorcio de mis padres. Esta situación la tuve que aprender a gestionar sin tener hasta muchos años después ningún referente similar en mi entorno social, familiar y escolar. Hasta que empecé la secundaria, fui la única niña de mi clase y de mi familia que estaba pasando por ese proceso y que vivía en un entorno familiar monoparental, y eso os puedo asegurar que me hizo hacerme consciente de gran parte del curriculum oculto que impregnaba el ambiente en los colegios de esa época. Creo que es también relevante el espacio escolar concreto en el que tuve la suerte de caer, pues mi colegio era uno de los pocos centros públicos de la provincia de Valladolid que acogía un modelo educativo inclusivo para alumnado con diversidad funcional. Desde que tengo uso de razón he compartido aula y espacios de ocio con gente con discapacidad motórica o sensorial y gente neurodiversa. Además de estas circunstancias, también me marcó la famosa disputa entre el colegio y el ayuntamiento debido a los numerosos casos de cáncer hematológico que se concentraron en pocos años. Ahí, además de vivir de una manera muy dura y cercana el modo en que puede romper la infancia y el progreso escolar una enfermedad así, vi un AMPA fuerte y vi cómo toda la comunidad educativa (alumnado incluido) se comprometía e implicaba para visibilizar y buscar soluciones a esta situación tan dramática.

Llegué al instituto, el IES Zorrilla, un centro grande donde continué mi camino escolar junto a la gran mayoría de la gente con la que había recorrido la etapa anterior. Cada año se rehacían las clases, por lo que además todo el alumnado tuvo la oportunidad de pasar por muchos grupos y profes diferentes. En el instituto ya no había adaptación curricular, y yo me apañé con la nueva dinámica de estudio como todo el mundo: como pude en una etapa de la vida que es complicada, y también lidiando con una merecida fama de contestona entre un profesorado con muchos prejuicios con el que a veces me entendía y a veces no. Nunca fui una alumna brillante salvo en las materias que me gustaban, me elegían siempre como delegada porque no me daba miedo ni vergüenza enfrentarme a los profesores, y pasé un 3º de la ESO entre sudores fríos y clases particulares intentando aprobar las materias científicas. Yo era de letras y ya lo tenía clarísimo. En 4º de la ESO me estaba esperando la asignatura más importante de mi vida: Ética. Ahí encontré por fin mi sitio, guiada por un profesor bastante heterodoxo pero sumamente eficaz. Recuerdo que me sirvió para darle forma a mis inquietudes y dilemas, sacar el examen con un 10 sin haber tocado apuntes ni libro de texto pero empezar a devorar lecturas relacionadas, y cómo esas clases eran el monotema del que veníamos hablando mis amigas del barrio y yo cuando volvíamos a casa después del instituto. Por aquel entonces, yo quería ser antropóloga (me obsesioné con investigar sobre la evolución humana y las diferentes culturas) pero sabía que como no era una Licenciatura tendría que estudiar otra cosa: ya estaba, con mis 14 años decidí que iba a estudiar Filosofía y de esa burra no me bajé aunque tuviera mis idilios con otras carreras, también con muchas salidas laborales, como Historia del Arte o Educación Social. Ante esta decisión que podría decepcionar a muchas familias, la mía me brindó todo su apoyo y por ello estoy enormemente agradecida. Me fui (con mucho alivio por quitarme de encima las matemáticas) directa al Bachillerato de Humanidades, donde disfrute enormemente del estudio del Griego Clásico en una clase en la que sólo estábamos tres alumnas y gracias a otra de esas profesoras maravillosas que llevaré siempre en el corazón. 

Saqué la selectividad en septiembre, también entre sudores fríos porque me había quedado inglés, y empecé la Licenciatura en Filosofía (la que sería la última promoción de licenciados) en la Universidad de Valladolid. No esperaba que mi etapa universitaria estuviera más marcada por esa afición tan mía de meterme en fregaos que por los propios estudios, pero las clases magistrales me resultaban muy desmotivadoras y el ambiente de debate y construcción de ideas que yo venía buscando en esta carrera lo encontré en Alternativa Universitaria: allí pasé horas revisando leyes de Educación y reglamentos, asesorando a otros estudiantes, redactando propuestas para el claustro, aprendiendo el arte del consenso en asambleas un poco largas y también practicando cómo participar en espacios desconocidos como el Consejo de Gobierno, organizando actividades de carácter social dentro de la Universidad, definiendo valores comunes, etc. Os dejo por aquí dos vídeos que hice con mis compañeros y que seguro que os suenan: el curriculum de precario y hazte aventurera

El plan Bolonia me pisaba los talones y al final no me quedó más remedio que renunciar a la romántica idea de ser una de las últimas licenciadas, y pasarme al grado. Me fui a Salamanca (ciudad natal de mi madre y en la que he pasado gran parte de mi infancia) porque necesitaba cambiar de aires y reencontrarme con la carrera que con tanta vocación había elegido, y no me arrepiento. En la Universidad de Salamanca me gradué y me especialicé en aquella rama que me tiraba tanto que es la de la Filosofía Moral y la Ética aplicada. Además también me animé a cumplir mi sueño de adolescencia y estoy estudiando desde entonces (despacito pero avanzando) el Grado de Antropología Social y Cultural en la UNED.



Cerrado el ciclo de la carrera y después de haber podido disfrutar de las experiencias de todas las becas que encontré: prácticas en Cooperación Internacional en un proyecto de Teatro Social en Perú, una Sicue en Granada y una Erasmus en Torino, Italia, probé suerte con los másteres, y esta vez también tenía claro dónde quería aterrizar: los Estudios de Género. Tuve el grandísimo privilegio (el cuál todavía a veces no me creo) de ser admitida en uno de los programas más prestigiosos y completos que hay en Europa como es el GEMMA. Volví a Granada a comenzar una aventura que duraría dos años y me llevaría de vuelta a Italia. Salí de ahí con la cabeza revuelta aunque las ideas más claras, una cantidad de aprendizajes que van más allá de lo académico, muchas ganas de seguir aprendiendo y una doble titulación en Estudios de Género y Literaturas comparadas. Aunque parezca que no, ha servido para algo: poder investigar y compartir lo que escribo en los espacios que me dejan, tener una beca como técnico de Igualdad en la administración Pública, y para conseguir un contrato de profesora asociada en la Universidad de Salamanca gracias al cual di clases durante un semestre un par de optativas del Grado en Filosofía relacionadas con mi perfil. Esta última ha sido la experiencia laboral más bonita de mi vida, a pesar de las condiciones precarias de estos contratos.

Y hablando de precariado, como muchas personas de las que me leéis, desde los 17 años conozco las hieles del mercado laboral. He pasado (casi siempre sin contrato o con un contrato muy cuestionable) por bares, gimnasios, cocinas, almacenes, librerías, centralitas, tiendas y todo lo imaginable, he hecho todo tipo de cursos y formaciones y he pasado dos años en Madrid sobreviviendo y probando tímidamente las amargauras de intentar estudiar una oposición. Pero os hablaré de lo que tiene que ver con el sector educativo. En mi primer trabajo estuve dos años y fue en una escuela de infantil como profesora de violín, cumpliendo la dificilísima tarea de enseñar lenguaje musical y a tocar un instrumento a niños de entre 0 y 6. Tras esta experiencia, algunos voluntariados con niños de diferentes edades y contextos y también con adultos, vi que eso que llamaban Educación no Formal me gustaba y mucho, así que me saqué el titulo de monitora de Ocio y TL. Poco después conseguí el título de monitora especialista en NEE (hice las prácticas en un programa de ocio dirigido para adolescentes con TEA) y recientemente el de coordinadora de Ocio y TL. Ya son 10 años trabajando en este sector maravilloso a lo largo de los cuales he estado en muchos campamentos, campamentos urbanos, extraescolares, talleres, autobuses y comedores escolares, espacios de ocio abierto para adolescentes y donde sobretodo he tenido la oportunidad de compartir, explorar y aprender con esta chavalada tan diversa muchas cosas que no caben en un aula. Desde hace un par de años formo a jóvenes futuros monitores en Escuelas de Ocio y TL ¡Incluso he podido diseñar e impartir un curso online sobre perspectiva de género en la Educación no formal! y este verano me he estrenado como coordinadora, lo cual ha significado encargarme de tareas como el contacto con las familias, diseño de programaciones, estudio del proyecto educativo, tutela de alumnado en prácticas, etc.


Es por todo esto que me he lanzado a explorar nuevos caminos donde conjugar mis intereses y también buscar una salida laboral digna que me permita crecer como persona y contribuir a la transformación social. Me he inscrito al Máster de Profesorado en la especialidad en Intervención Sociocomunitaria porque creo que la responsabilidad de educar va allá del aula y más allá de los contenidos, que es importante centrarnos en el alumnado que se aleja o se queda fuera del camino estandarizado, darle entidad a los Derechos, acoger la diversidad y comprometerse a luchar activamente contra las desigualdades: me interesan y me importan las experiencias que se encuentran o que se pueden construir en estos márgenes del sistema educativo, desde estos márgenes de la normatividad. Es necesario trabajar activamente para subvertir los órdenes injustos, detenernos en lo que puede que no parezca ni lo más urgente ni lo más importante y no quedarnos sólo en la lectura de discursos vacíos. La comunidad educativa puede y debe crear espacios de nuevas posibilidades que pueden tener un impacto positivo en las vidas de mucha gente.

Si has llegado hasta aquí, quiero darte las gracias nuevamente y espero que disfrutes del contenido que voy publicando :)



Commenti

  1. Muchísimas gracias, Alma, por tan personal aportación.
    Ha sido un placer haber leído todo el bagaje vital que has querido compartir con nosotros.
    Es también un privilegio para esta sociedad, necesitada de modelos ejemplares, poder contar con una persona tan apasionada, formada, curtida, motivada, excepcional y con tal grado de implicación como tú.
    Ejemplos como el tuyo son una razón más por la que merece la pena vivir en este mundo.

    RispondiElimina
    Risposte
    1. Questo commento è stato eliminato da un amministratore del blog.

      Elimina
  2. Alma, qué cantidad de experiencias atesoras...me encanta encontrarme a gente así, con las cabezas tan repletas y con tantas ganas de transmitir. No pares, sigue por ese camino que te estás haciendo tú solita, El mundo te necesitará en un futuro no muy lejano...

    RispondiElimina
  3. Ars longa, vita brevis. Idea decoris, hoc est proelium meum. Sed gaudeo te pugnare ad ideam boni defendendam.

    RispondiElimina
  4. Hola Alma

    Lo primero, y si me lo permites, me gustaría decirte que me encanta tu nombre. Me parece que tiene esencia propia.

    Tienes un montón de experencias y son todas una pasada. Me gustaría preguntarte, según tu opinión, cuál es el dilema moral más importante que tenemos en este momento en la sociedad y cuál es tu opinión sobre ello.

    Un saludo.

    RispondiElimina
  5. ¡Hola Alma! Coincido con mis compañeros: llevas un montón de experiencias súper interesantes en la mochila, espero que pronto te animes a escribir más entradas porque estoy seguro de que será muy enriquecedor leerte más. Y, como futura profesora, ¿cuál crees que es el mayor problema o amenaza al que se enfrentan los jóvenes de hoy, desde un punto de vista educativo/moral?

    RispondiElimina
  6. ¡Hola Alma! Gracias por la presentación que hiciste en clase ya que mostraste una realidad ajena a muchos. Un saludito. ♥

    RispondiElimina
  7. Encantada de haberte podido conocer un poco, creo que llevas muchísimo bagaje de vida encima y podría aprender mucho de ti, vas a sacar a muchos de esos alumnos que se quedan atrás, adelante, estoy segura.

    RispondiElimina

Posta un commento

Post popolari in questo blog

Resolución de conflictos dentro del aula: racismo (Actividad de análisis 20)

Homeschooling ¿Libertad educativa? (Actividad de análisis 8)